batalla hubo...

batalla hubo

Casi al amanecer el mar morado
llanto de las adormideras roca viva
parto alas luces del alba
trite sabana que recoge entre asombros
la mugre del mundo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
EN LA TIERRA DE TODOS

Y nacería antes de esas tardes que atardecen,
hacia noches, apagadas sus estrellas:
cuando callaban, los versos en las flores
de hondos campos, y sollozando, caen muertas.

Cuando primaveras en los hombres anochecen
una mañana y en el campo estalla la tormenta...
se construyen mil ruidos, brillan sables, ... (ver texto completo)
Paría la tarde un día marchito.
Lloraba, tu ausencia las olas agitadas.
"Mar -dije- porque me robaste algo mío
regreso de mi lamento a esta tu playa"
Callaron las olas.
y de la arena mojada, partiría un grito:
El mismo grito que yo te dibuje una madrugada.
J. M. (libertad)
Me importas:! claro que me importas!
Por todos los vientos que hirieron mis caminos:
! Claro mujer que me importas!

Por aquel beso puro y limpio
antes de perderme por las calles y las cosas.
Por aquel beso tímido...
y el otro que me pedía tu boca...
mucho antes de las horfandades que me propició en destino:
las humedades en los ojos tuyos ... (ver texto completo)
BAJO LOS SAUCES...

Porque noche y luna amarga
duele y abraza el gemido.
Porque tristeza en el agua
en el remanso del río.
Porque brisas deshojadas:
están sonando suspiros
tuyos de un día, y porque albas
me traen voces de olvidos. ... (ver texto completo)
Esos hombres...
Muchos hombres estuvieron desde siempre esperando
a que una estrella alumbrara su cielo oscurecido.
Desde siempre y por siempre, alguien hubo, lisiado
en espacios amargos, y hollados caminos.
Desde siempre y por siempre alguien humo llamando
desde el lago sollozo. en campos mal labrados.
Siempre hubo hombres crecidos, sin cesar caminando
de su gargantas heridas, por las calles, heridos de llanto.
Por el niño que llora, sin cesar estrujando ... (ver texto completo)
ESA COSA...
Esa cosa que nace, esa cosa,
sin voz... o voz extraña
que madruga una madrugada.
creciendo de pronto: es hermosa.

Esa cosa que adorable brota
en un hondo perfume, y agrada,
alegra, estristece; si perfumada
detente en su jardín, crece la rosa.

La rosa del amor, puede ser alba
de amor hacia amor que amanece,
para el amor... rosa adelantada...

A labios que se buscan, abrazan,
y trepan en los cuerpos cual corceles
galopando praderas de esperanzas.
libertad. ... (ver texto completo)
CANSADO.
Desde un lejano amanecer, estoy cansado
de tanto caminar sobre la tierra herida
y de tanto viajero caminando por el barro.

Cansado estoy que no se atiendan llamadas
hacia en pan: cansado, de quienes lo retienen
mientras que la pobreza se agiganta.

Cansado de ver buitres a bandadas
graznando parabienes y sermones
de promesas incumplidas: tanta vana palabra.

Cansado de ver primaveras robadas
en la triste morada donde se arroja al pobre...
su escasa libertad encadenada.

Cansado de tanta primavera deshojada
por caminos de pan, donde
es mancillado el sudor y la palabra.

Cansado de fusiles y d espadas,
Y fabricantes de chabolas y arrabales
donde niños en el hambre se desmayan.

Parto, cansado, de estos asuntos, Y dolorido
de tanto caminar entre frío y nieve
y ver tanto viajero penar el los caminos.

Parto muy dolido desde aquella sementera
donde el dolor nunca es atendido,
y resuenan los tambores de la miseria.

Parto desde la voz y el gran ronquido
de gargantas, sedientas y hambrientas
olvidadas en mil andenes, en el frío.
libertad. ... (ver texto completo)
LLAMARADA.

Llamarada: caricia:
eléctrico momento
cuando labios se buscan
y encuentran mucho tiempo.

Cuando temblando, un día
entre atajos bellos,
se afirma la caricia
en mil secretos nuevos

y el beso sabe a brisa
y matinales cielos:
cuando la llamarada
de un alba es puro fuego.

Cuando alba nueva brilla
en manos y un cuerpo,
de agujas encendidas
en un reloj despierto.

Cuando el cuerpo encendido
en crecientes lucero
y el camino testigo
de un reguero de besos.

Y en una tarde, el grito
en ascensión de un vuelo,
es suspiro en el aire:
es suspiro de viento...

Y en el monte remonte
de amor, nacido, nuevo
en el fuego que crece
en el calor de cuerpos.

Y la gran llamarada
estalla en ansias luego
que crecen horas largas
prometiendo en silencios.

Cuando entregada toda
a la llama del deseo
se alumbran mil estrellas
y se apagan los miedos.
libertad. ... (ver texto completo)
Poetisas y poetas: a mover la noria de los sueños, en esta mañana fría.
Busqué de madrugada, la luz o el relámpago que me acercara a la musas, zumbido de voces me sacaron, de esa fuerza que enardece, y regreso regreso del campo para saludaros tal y como me sople el teclado. Se que vengo de buscar, y he encontrado una madrugada... le jana, pero a fin de cuentas "madrugada"

BUSCANDO OTRA MADRUGADA...

Seca la hierba en el prado.
Silencio. Tiniebla ancha
en el cielo encapotado:
flores de amor apagadas
en un ocaso penando...
porque pisadas: pisadas
a lo largo del sendero
en una tarde lejana.
Porque de un alba un ocaso
creció llorando en el Alba
y por rendijas del recuerdo
se asomaban amargas
las manecillas en el tiempo
en relojes que no callan.

! Dios que rumor en los cuerpos
sobre la hierba aplastada.
Y que alocados lamentos...
como si aves lastimadas
hubieran perdido el vuelo
entre las nubes heladas.
Ruiseñores de silencios
callaban entre las zarzas
Y se callaba la hierba
donde Ella estuvo acostada.
Y crecían grandes cardos
por el valle y las cañadas.
Silencios: silencios largos
de mil flores deshojadas.
Y de las nubes abrazos
en adiós de lunas doradas.
Y se callaron los pájaros
y los silbos sus baladas.
Todas las lunas del cielo
de mi pena se burlaban
en carcajadas de hielo
que se quedaron clavadas...

Y cerré los ojos, luego
buscando otra madrugada.
libertad. ... (ver texto completo)
muchas gracias amigo me en canta la gente que escribe poesia tanvien calman el dolor del cuerpo y tambien del alm repito muchas gracias por tu amabilida un saludo cordial esther
CUPIDO
Hoy la encontré llorando y temblorosa
y no supe que hacer con su dolor,
culpable como en tantas ocasiones
las invisibles flechas del amor.

Esas que lanza Cupido alegremente
sin mirar donde clava su aguijón
y caprichosamente las arranca
dejando destrozado un corazón.

Julia L Pomposo. ... (ver texto completo)