No vestíamos bien. Teníamos una ropa con más de un "parche". Pantalones cortos al principio de la edad escolar, remiendo por aquí y remiendo por allá. Zapatillas y cuando llovía, usábamos madreñas. ¿Zapatos de cuero? ¡Ufff!. Un jersey de lana que nos hacía la abuela y un abrigo que nos valía para todo y para muchos años.
Tan solo cuando había algún acontecimiento: la fiesta del pueblo, la misa en días festivos, la visita del inspector... entonces nos ponían en casa la ropa de los domingos.
Eso sí, íbamos a la escuela contentos. El alumno de más edad y más espabilado nos tomaba la lección, la lectura del Rayas y nos ponía alguna cuenta de sumar en la pizarra.
Tan solo cuando había algún acontecimiento: la fiesta del pueblo, la misa en días festivos, la visita del inspector... entonces nos ponían en casa la ropa de los domingos.
Eso sí, íbamos a la escuela contentos. El alumno de más edad y más espabilado nos tomaba la lección, la lectura del Rayas y nos ponía alguna cuenta de sumar en la pizarra.