Como vengo haciendo desde hace treinta y dos años, me pongo a recordar aquel sortilegio de verano, en la noche de San Juan. Noche de hogueras encendidas, verbenas en plazas y calles, y como no, ruidosos petardos y fuegos artificiales.
Eran altas horas de la madrugada, cuando empieza a rayar la aurora,
los dolores se acentuaban y un temor a lo desconocido.
Era mi primera vez, iba a tener un hijo, fue aquel veinticuatro de Junio, día de celebraciones, En mí familia tenía tres generaciones de Juanes, ... (ver texto completo)
Eran altas horas de la madrugada, cuando empieza a rayar la aurora,
los dolores se acentuaban y un temor a lo desconocido.
Era mi primera vez, iba a tener un hijo, fue aquel veinticuatro de Junio, día de celebraciones, En mí familia tenía tres generaciones de Juanes, ... (ver texto completo)