Amigo libertad:, Literatura

Amigo libertad:
Este soneto con estrambote lo escribí, estando en época de aprendizaje para entender, siquiera un poco, el ordenador, así como el escribir en el teclado, teniendo que mirar a la pantalla al terminar de escribir cada palabra.
Me lloraban los ojos, terminando por dolerme, y hasta la cabeza, de tanto forzar la vista, pues además el ordenador era de monitor pequeño y las letras se reflejaban pequeñas y borrosas.
Como entonces escribía "en directo" en un foro al que me suscribí (Saber y Ganar), se me hacía eterno el escribir unas pocas líneas, en las "conversaciones" que teníamos "en directo", para opinar sobre el programa diario, así como para opinar en otros "hilos" o subforos. Así que cuando yo contestaba a una/o cualquiera, ya habían cambiado de tema con alguna/os otros forera/os, estando descolocado lo que yo dejaba allí.
Tuve que practicar mucho, pues yo poco sabía escribir "a máquina"; lo mío eran, y aun hoy en muchos de mis escritos, el lapicero y el "boli". Escribía en papel y luego me daban las tantas pasándolo por el ordenador directamente a un post del foro.
Como las moderadoras "me veían" escribiendo por allí tantas horas -a veces hasta tres para un escrito en tamaño DIN A 4-, me recomendaron que lo escribiese primero en un Documento de texto y después lo copiara y lo pegara en el post correspondiente, habiéndole corregido primeramente todas las faltas que pudiera llevar -que eran bastantes-.
Después de aquello me dijeron que usara un Documento de Word y así lo hice; ahora casi todo lo que escribo, sobre todo si es para guardámelo yo, lo hago así, es mejor, pues te va rectificando los fallos ortográficos que puedas tener. También te avisa de los párrafos incoherentes o inconexos o el "abuso" de comas (,,,) o la falta de puntos y exceso de ellos (...).

Un cordial saludo

SONETO CON ESTRAMBOTE

Sueño, duda, oscuridad, tiniebla,
menguan su vista por las horas que lleva,
ante la ventana que sus ojos niebla,
haciendo necesaria graduación nueva.

Letras que bailan en mano que tiembla,
con ojos llorosos parece que llueva,
viendo borrosa la escritura nueva,
con dobles cristales la visión templa.

Con tan fatigada y cansada vista,
sigue aporreando en el teclado,
le echa humos el cigarro de lado.

Implora; al no querer perder la pista,
se lamenta, llama, consulta al hado,
interceda para no quedar trabado.

Consecuencia que ello tiene;
no saber escribir a máquina,
leer y escribir a un tiempo,
yendo por ello lento
y aun por mucho que afina,
no puede leer y determina,
dejarlo, y váse yendo,
pues según va leyendo,
¡y más que lo está viendo!
que según él va, el otro viene.

AdriPozuelo (A. M. A.)
Villamanta, Madrid
24 de mayo de 2007