RAFAEL DE LEON, Literatura

RAFAEL DE LEON

ROMANE:

yo me acerqué hasta tu vera
con miedo, ¿por qué negarlo?
En las sienes me latían
cincuenta y dos desengaños:
gris de paisaje en los ojos,
risas sin sol en los labios,
y el corazón jadeante
como un pájaro cansado.
Yo me acerqué hasta tu vera
con miedo, ¿por qué negarlo?
Te reventaba en la boca
un clavel de veinte años
y en la mejilla un süave
melocotón sonrosado.
Cuando dijiste:"Te quiero"
fue tu voz igual que un caño
de agua fresca en una tarde
calurosa de verano.
Se me echó encima tu cariño
lo mismo que un toro bravo
y quedé sobre la arena
muerto de amor y sangrando
por cuatro besos lentisimos
que me brindaron tus labios.
De la sien a la cintura,
de la garganta al costado
! Qué boda sin requilorios
sobre la hierba del campo!
! Qué marcha nupcial cantaba
el viento sobre los álamos!
! Qué luna grande y redonda
iluminó nuestro abrazo,
y qué olor el de tu cuerpo
a trigo recién mojado....