Son tiempos de playa, y es tiempo de pensar en que,...

Son tiempos de playa, y es tiempo de pensar en que, cuando conocí el mar, me enamoré de él, y que a partir de aquel día, está presente en mi memoria. Días pasados, entre baño y baño, mi mirada se perdía en la llanura rizaba, saltaba a la orilla y anotaba mil cosas que me contaba el lenguaje marino.

CAE LA TARDE...

¿Cuando se acercará de su ternura,
cuando, será hoy o será mañana?
¿Cuando a la tarde desnuda?

Se muere la tarde larga.
Ruge el mar. El agua peina la arena
deja besos húmedos de espuma blanca.

Ayer estaba ella,
generosa
dulce y bella:
¿Vendrá hoy o mañana
de su luz y risa cristalina
y se tenderá en la arena para ser arrullada?

Se acuestan las gaviotas
y dicen adiós con sus alas.

La luna se asoma bella
igual que ayer:
grande, luminosa y blanca...

"Es ora de contarle el cuento
-dice el viento de sus ráfagas-
de amapolas que lloraban
cuando callaban jilgueros
ya en la noche y sombras anchas...
Y porque tenían miedo
no amanecieran mas albas."

Cuéntale, tal vez se acerque
en besos de luna blanca,
y, ella se acerqué al cuento
de la amapola enamorada...

Y se recline en tu pecho
toda la noche hasta el alba.

Y empapados de espuma,
mientras que las olas cantan
revivas sus mil locuras
en los pasillos de un alba...

Tal vez despierte el jilguero
y la amapola enamorada.
libertad.