Has dado justo en el clavo,
mi querida Ciudadana:
no veo, nunca, el mañana
en que ya no seré esclavo
del trabajo, que me cansa,
-porque tengo mis añitos-;
y son pocos, muy poquitos,
los ratos que, éste, descansa.
Como alguien dijo una vez,
yo soy yo y mi circunstancia,
y esta es de mucha importancia;
te lo digo sin doblez.
Tus palabras e intención
te agradezco en lo que valen,
porque yo se que te salen
de dentro del corazón.
En cuanto a versos y rimas
no faltan doctos poetas,
que te hacen una cuarteta,
¡o décimas, que se estiman!.
Lo cual viene a demostrar
que, la que más o el que menos,
a poco nos descuidemos
es erudita sin par.
Con mi mayor afecto
Plazalagua
mi querida Ciudadana:
no veo, nunca, el mañana
en que ya no seré esclavo
del trabajo, que me cansa,
-porque tengo mis añitos-;
y son pocos, muy poquitos,
los ratos que, éste, descansa.
Como alguien dijo una vez,
yo soy yo y mi circunstancia,
y esta es de mucha importancia;
te lo digo sin doblez.
Tus palabras e intención
te agradezco en lo que valen,
porque yo se que te salen
de dentro del corazón.
En cuanto a versos y rimas
no faltan doctos poetas,
que te hacen una cuarteta,
¡o décimas, que se estiman!.
Lo cual viene a demostrar
que, la que más o el que menos,
a poco nos descuidemos
es erudita sin par.
Con mi mayor afecto
Plazalagua