CANTO A LA PRIMAVERA
Después de un crudo y pertinaz invierno,
de nevadas abundantes y lluvia mañanera,
donde, el viento ha rugido en el yermo,
se inundaron el llano y la pradera,
los ríos se desbordaron,
las noches eran eternas.
Todo esto ha pasado, Marzo, llega:
Vemos, que la luz solar aumenta,
cuando en sus últimos días,
comienza la primavera.
Florecieron los almendros
y sus hojas ya verdean,
llegaron las golondrinas,
con sus trinos nos despiertan
en las mañanas de Abril,
que como dice el refrán
son sabrosas de dormir.
Si por el campo paseas
todo comienza a vivir;
ese verdor de los trigos,
de las hierbas, de la vid.
Esa infinidad de pájaros,
sus trinos, se hacen sentir;
si escuchas con atención,
llegarás a distinguir
el canto del ruiseñor,
de la alondra, el colibrí,
del mirlo y el gorrión,
y.. mas lejos, la perdiz.
Y la mayor expresión
de toda esa primavera,
Mayo es, su promotor
que, no falla en su tarea.
Se multiplican las flores,
decorando la pradera,
combinando sus colores,
margaritas, amapolas,
hinojos, con otras flores.
Si a la montaña llegaras,
¡Qué balsámicos olores!
a pino, romero y jara,
a tomillo, con sus flores,
y una cosa que no engaña:
Te olvidas de los problemas
que tantos hay en España.
Y aquí, termina mi canto
a esa primavera regia,
pidiendo perdón a todos
los que padezcan “alergia”.
El Observador.
Después de un crudo y pertinaz invierno,
de nevadas abundantes y lluvia mañanera,
donde, el viento ha rugido en el yermo,
se inundaron el llano y la pradera,
los ríos se desbordaron,
las noches eran eternas.
Todo esto ha pasado, Marzo, llega:
Vemos, que la luz solar aumenta,
cuando en sus últimos días,
comienza la primavera.
Florecieron los almendros
y sus hojas ya verdean,
llegaron las golondrinas,
con sus trinos nos despiertan
en las mañanas de Abril,
que como dice el refrán
son sabrosas de dormir.
Si por el campo paseas
todo comienza a vivir;
ese verdor de los trigos,
de las hierbas, de la vid.
Esa infinidad de pájaros,
sus trinos, se hacen sentir;
si escuchas con atención,
llegarás a distinguir
el canto del ruiseñor,
de la alondra, el colibrí,
del mirlo y el gorrión,
y.. mas lejos, la perdiz.
Y la mayor expresión
de toda esa primavera,
Mayo es, su promotor
que, no falla en su tarea.
Se multiplican las flores,
decorando la pradera,
combinando sus colores,
margaritas, amapolas,
hinojos, con otras flores.
Si a la montaña llegaras,
¡Qué balsámicos olores!
a pino, romero y jara,
a tomillo, con sus flores,
y una cosa que no engaña:
Te olvidas de los problemas
que tantos hay en España.
Y aquí, termina mi canto
a esa primavera regia,
pidiendo perdón a todos
los que padezcan “alergia”.
El Observador.