FUERON TIEMPOS DE PANDEMIA
Vamos viendo tropezones que parecen necesarios, queremos notar razones que no comenten salarios. En Madrid se va sintiendo muchas nuevas confusiones, y nos llegan hoy mintiendo entre grises reflexiones. Hablan de las residencias que son sitios de mayores, donde se sufren paciencias y a la vez muchos dolores. Quieren buscar los culpables de aquellas fechas morbosas, y no se ven amigables ni de las más tristes rosas. Vivimos entre destinos que parecen esperando ser los futuros caminos que el anciano va buscando. Debemos buscar culpables del abandono nombrado, hoy que buscan responsables dicen que son de otro lado. Las personas más mayores que allí se ven marginados, tienen sufridos dolores y sus labios muy sellados. Hoy les falla la memoria a sus muchos directivos, y nada saben de historia ni quieren contar motivos. Los lamentos de la muerte siguen andando sin prisa, el que tuvo mala suerte no supo cual es su brisa. Nos quieren contar más cuentos con mentiras apiladas, y nos hablaran de inventos al ver las tumbas cerradas. La pandemia desatada por sus muchas residencias, la guadaña madrugaba sin dejar pedir clemencias. Fechas que siguen marcadas, nombres que tuvieron vida, las noticias bien llegadas no hablan de muerte elegida. Madrid se vio desbordado ante tan grave problema, algo nos quedó marcado al ver el sufrido esquema. Las morgues siempre al completo entre llantos deprimidos, en aquel paisaje inquieto se vieron sueños perdidos. Las lagrimas afloraban entre palabras sentidas, en muchas casas lloraban al perder vidas queridas. Tres años fueron pasando entre amargas despedidas, la muerte llegó callando sin comentar las heridas. Madrid respirando llanto entre tanta fe perdida, hoy se nota el desencanto de la familia sentida. G X Cantalapiedra.
Vamos viendo tropezones que parecen necesarios, queremos notar razones que no comenten salarios. En Madrid se va sintiendo muchas nuevas confusiones, y nos llegan hoy mintiendo entre grises reflexiones. Hablan de las residencias que son sitios de mayores, donde se sufren paciencias y a la vez muchos dolores. Quieren buscar los culpables de aquellas fechas morbosas, y no se ven amigables ni de las más tristes rosas. Vivimos entre destinos que parecen esperando ser los futuros caminos que el anciano va buscando. Debemos buscar culpables del abandono nombrado, hoy que buscan responsables dicen que son de otro lado. Las personas más mayores que allí se ven marginados, tienen sufridos dolores y sus labios muy sellados. Hoy les falla la memoria a sus muchos directivos, y nada saben de historia ni quieren contar motivos. Los lamentos de la muerte siguen andando sin prisa, el que tuvo mala suerte no supo cual es su brisa. Nos quieren contar más cuentos con mentiras apiladas, y nos hablaran de inventos al ver las tumbas cerradas. La pandemia desatada por sus muchas residencias, la guadaña madrugaba sin dejar pedir clemencias. Fechas que siguen marcadas, nombres que tuvieron vida, las noticias bien llegadas no hablan de muerte elegida. Madrid se vio desbordado ante tan grave problema, algo nos quedó marcado al ver el sufrido esquema. Las morgues siempre al completo entre llantos deprimidos, en aquel paisaje inquieto se vieron sueños perdidos. Las lagrimas afloraban entre palabras sentidas, en muchas casas lloraban al perder vidas queridas. Tres años fueron pasando entre amargas despedidas, la muerte llegó callando sin comentar las heridas. Madrid respirando llanto entre tanta fe perdida, hoy se nota el desencanto de la familia sentida. G X Cantalapiedra.