ME HABLABAN DE TREMENDISMO...

ME HABLABAN DE TREMENDISMO
No quise tener en cuenta esas palabras tan raras, se volvían vanidosas y quizá quise enmarcarlas. Palabras de tremendismo entre luces apagadas, sombras que buscan abismo en las noches relajadas. Con precios desorbitados en locales y terrazas, los jubilados entienden que nuestras pagas son lacias. No valen los presupuestos ni las tardes marginadas, que no comenten impuestos con las luces apagadas. La cartera tiritando, ojo que no falte nada, la vista se va perdiendo sin ver la noche encantada. Nos hablan de tremendismo entre luces sobornadas, no abraces el consumismo que tiritan tus andadas. Voy por las calles del Centro, entre penosas miradas, hay mendigos sin aliento que viven su encrucijada. Este Madrid es precioso si no existiera esa lacra, de ver los hombres pidiendo en la cruda madrugada. Anoche noté mendigos que dicen no tener nada, ¡dios mío ¡que gran castigo en esta Semana Santa. Jesucristo dejó huellas, con sus espaldas marcadas, Aunque quizá las estrellas no dejen sombras borradas. En los vagones del Metro, en sus pasillos sin alma, no quieres perder respeto a gentes que buscan calma. Este mundo que vivimos entre palabras marcadas, viendo gentes con abismos que maldicen sus andadas. ¿Dios mío? qué mala suerte, es la palabra enmarcada, quizá nos hablen de muerte al ver su vida agotada. Piso las calles del Centro, esperando vida sana, luego comprendo el lamento de una ciudad engañada. Madrid presiente las dudas de personas olvidadas, no debieran ser absurdas sus palabras marginadas. Me hablaron de tremendismo, en las noches olvidadas, otros buscan consumismo sin querer arreglar nada. Mi conciencia se lamenta, la ciudad sigue callada, alguna pobreza aumenta sin explicar si es nombrada. Madrid no pasa revista a las frases desterradas, puede que falle la vista si no queremos ver nada. G X Cantalapiedra. 3 – 4 – 2023.