OPINIÓN.
El CIS pone rey y también ayuda a su señor.
EL RUGIDO DEL LEÓN.
Las encuestas del CIS ya no resultan de interés por la fiabilidad de sus resultados, sino por la curiosidad que despierta su descarada alteración de la realidad.
El CIS pone rey y también ayuda a su señor.
EL RUGIDO DEL LEÓN.
Las encuestas del CIS ya no resultan de interés por la fiabilidad de sus resultados, sino por la curiosidad que despierta su descarada alteración de la realidad.