El ex jefe de los servicios secretos de Chávez se fuga de España mientras Sánchez negociaba con el bolivariano Pablo Iglesias.
Vaya metedura de pata de la policía y de los jueces, sabiendo quién era este individuo tenía que haber sido vigilado día y noche al estar incurso en una extradición. En EE. UU hay un cabreo monumental por esta negligencia haya sido responsabilidad de unos, de otros o de todos.