Os voy a contar un cuento:...

Os voy a contar un cuento:

Érase una vez un patio de colegio donde los cuidadores del recreo premiaban la docilidad con alitas de pollo bien fritas y crujientes. Y los dóciles se las comían porque las consideraban un gran premio.

Fin; empieza La Catedral del Mar.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Claro, si cambiaran o al menos pusieran en su sitio al cuidador del patio, cuantas cosas se evitarían, ya que los niños del cole, la mayoría, cada uno a su estilo y salvo contadas excepciones
todo lo que dicen o hacen es de buena voluntad, o al menos eso creo.

Sí, vamos a ver La Catedral de Mar.