Le dice la sartén al cazo... ¡Mira que eres engreido...

Le dice la sartén al cazo... ¡Mira que eres engreido ¿eh, amigo Ferisa?!

Por cierto, yo también te quiero.

Yo no meto miedo, ni amenazo, ni hago comulgar a nadie con ruedas de molino (sólo advierto para alertar a las buenas personas y prevenirlas contra tus endemoniados ataques). Al contrario que tú, no intento CONVENCER A TODA COSTA, ni quitar a Dios de los corazones de los demás. Todavía no he enviado al Foro ni un sólo estúpido gráfico, por el estilo de aquellos con los que tú nos bombardeas constantemente (vergüenza tendría que darte. A pesar de que la gente protesta por ello, tú sigues y sigues, extrayendo imágenes diabólicas de tu extenso repertorio). Como tienes escasas ideas propias y poca luz en tu interior, recurres a las idioteces de otros y te las adjudicas. ¡Vaya tela, digo yo también!

Te repites más que el ajo a medianoche. Sólo sabes hablar de ignorancia y miedo para apoyar tus tesis propias de una mente desequilibrada y de un Alma desquiciada llena de odio y rencor. No debes conjugar creencias con supersticiones. Simplemente, hay buenos y malos, sabios e ignorantes, humildes y soberbios, amigos y enemigos de Dios. Tu enemistad con Él te llevará a grandes sufrimientos, majadero. Tu postura sí que es de auténtica superstición y fanatismo irracional. Mírate al espejo, anda, mírate detenidamente y verás al farsante que eres, que engañas a todos y a tí el primero con tus absurdas teorías de castigo, sufrimiento, charlatanería y falacia. Te repito otra vez: ¡Médico, cúrate a tí mismo!

Yo hablo de lo existente, que no entiendes, de lo que el Alma del Justo siente y anhela, pero sólo ofrezco y cada cuál puede elegir según su criterio. Me alegro por los piadosos y me apeno por los impíos. Cierto es, que muchos fueron los llamados y pocos los escogidos. Esa sí que es una realidad, como la de que, al final, será el llanto y el crujir de dientes.

Dios existe y, a pesar de tu espíritu desalmado, todavía te ama y te perdona.

Aunque, para mí, no tan bondadoso como Él, no dejas de ser un pobre ignorante.