Amigo Ferisa, yo no soy como tú, por más que te empeñes. Tú eres un producto social ya caducado.
Con tu extensa disertación has definido el sistema que te domina, en el que estás inmerso, irremediablemente. Tú eres un árbol del interior del bosque, en la penumbra, asfixiado por las circunstancias que le rodean. Yo estoy en el límite de la arboleda y disfruto del viento y de la Luz del Sol. Es por eso que somos diferentes. No eres realmente libre, yo sí.
No hay quimera. Tu mente está dominada por Lucifer, que te proporciona aquellas cosas que, a la postre, han de condenarte. No consigues reaccionar y tu corazón está envenenado. Perteneces al mundo de los "muertos" en el Espíritu. Tu cuento es trágico, dramático, antinatural. La Naturaleza toda clama por su Creador, pero tú eres uno de los garbanzos negros. Estás en una ciénaga, en la que, cuanto más pataleas, más te hundes. Te compadezco, créeme, porque es verdad.
Con tu extensa disertación has definido el sistema que te domina, en el que estás inmerso, irremediablemente. Tú eres un árbol del interior del bosque, en la penumbra, asfixiado por las circunstancias que le rodean. Yo estoy en el límite de la arboleda y disfruto del viento y de la Luz del Sol. Es por eso que somos diferentes. No eres realmente libre, yo sí.
No hay quimera. Tu mente está dominada por Lucifer, que te proporciona aquellas cosas que, a la postre, han de condenarte. No consigues reaccionar y tu corazón está envenenado. Perteneces al mundo de los "muertos" en el Espíritu. Tu cuento es trágico, dramático, antinatural. La Naturaleza toda clama por su Creador, pero tú eres uno de los garbanzos negros. Estás en una ciénaga, en la que, cuanto más pataleas, más te hundes. Te compadezco, créeme, porque es verdad.