IBERIA. Hagamos un pequeño repaso. San Agustín nació...

IBERIA. Hagamos un pequeño repaso. San Agustín nació en Tagaste, una ciudad al norte de África, de padre pagano y madre cristiana. ¡Menudo dilema! ¿A quién quieres más, a papá o a mamá? Digamos que en su juventud llevó una vida muy turbulenta, diversiones y placeres de carácter pagano. Después y debido a los consejos de su madre Santa Mónica se convirtió al cristianismo. El problema filosófico que impulsó a San Agustín hacia el cristianismo es un problema que ha movido a grandes sabios de todas las épocas: LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD. San Agustín CONSIDERA QUE LA VERDADERA FELICIDAD ESTÁ EN LA SABIDURÍA.

Escribió unas 500 obras, entre ellas están: LAS CONFESIONES, LA VERDADERA RELIGIÓN, LA INMORTALIDAD DEL ALMA, LA CIENCIA CRISTIANA Y ¡CÓMO NO! Su mejor y monumental obra: LA CIUDAD DE DIOS.

Cuando Roma fue saqueada por Alarico y los suyos, los paganos atribuyeron el desastre al abandono de los antiguos dioses y dieron la culpa al cristianismo; decían los paganos que mientras Júpiter fue venerado, Roma fue poderosa pero que al ser abandonado, por los emperadores cristianos. Júpiter dejó de protegerla. San Agustín intentó responder a este ataque escribiendo su obra principal: LA CIUDAD DE DIOS. La idea fundamental de la Ciudad de Dios, es que la historia, la vida, tiene un sentido, se dirige hacia una meta señalada por la divina Providencia. Los pueblos pueden rebelarse contra este destino y formar una CIUDAD TERRENA. Estos dos esquemas intuitivos -la terrena y la divina-, da lugar a San Agustín para separar y señalar la oposición política entre el Estado y la Iglesia.

Un saludo.