Todos estos escritos que estas introduciendo aquí,...

La vida es una lucha contra el mal, para qué luchar unos con otros.

ARMAS CONTRA SATANÁS

San Pablo nos invita a defendernos del maligno y a luchar como valerosos soldados en esta lucha sin cuartel, que durará toda la vida. Nos dice:

"Revestíos de la armadura de Dios para que podáis resistir las insidias del diablo, ya que nuestra lucha no es contra la sangre y la carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los malos espíritus.
Tomad, pues, la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo y vencido todo, os mantengáis firmes. Estad, pues, alerta, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia y calzados los pies, prontos a anunciar el Evangelio de la paz. Embrazad en todo momento el escudo de la fe, con el que podáis apagar los dardos encendidos del maligno. Tomad el yelmo de la salvación y la espada del espíritu, que es la Palabra de Dios, con toda suerte de oraciones y plegarias, orando en todo tiempo" (Ef 6,10-18).

Todos estos escritos que estas introduciendo aquí, están redactados por los hombres. Aun no conozco ningún escrito escrito por Dios, y si lo hay ya me parece raro que no lo tenga registrado la SGAE.

CADA UNO DE NOSOTROS SOMOS A LA VEZ DIOS Y DIABLO, TODOS SIN ESCEPCIÓN PODEMOS DAR LO MEJOR DE NOSOTROS Y A LA VEZ MOSTRAR NUESTRA PEOR CARA.
No me refiero a Dios-diablo en el sentido espiritual, sino en el mas elemental sentido común.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Corzón
Creo que debo corregirte diciendote que San Pablo escribía por inspiración del E. S. ¿No es acaso Dios?
Las personas no somos Dios ni diablos, somos creaturas creadas por Dios a imágen y semejanza, por la tanto debemos irradiar esa imagen divina que se nos imprimió en el bautismo. Aunque estamos marcados por la concupiscencia: inclinación al mal, debemos frecuentar los sacramentos, la oración, el ayuno, la confesión y mucho antes convertirnos claro está, que buena falta nos hace a ... (ver texto completo)