Quien no haya pisado nunca por la Sierra de Francia se sorprenderá al escuchar por primera vez la palabra ‘sacatrapos’ y, más aún, al descubrir que se trata de un dulce muy típico, –a base de harina, huevo, aceite, azúcar y un poco de anís–, que las mujeres serranas suelen preparar cuando un familiar o un amigo se va a casar.

Todo el que prueba los ‘sacatrapos’ acaba ‘atrapado’ por ese sabor dulzón que se deshace en la boca, que llena mucho al principio, pero que acaba por hacerte romper todas las promesas dietéticas que hubieras podido hacer con anterioridad. Y es que cuando la madre de la novia o del novio sacan una bandeja de ‘sacatrapos’, no hay quien se resista. Si no, hagan la prueba.

Además, aunque no se lo crean, cuanto más tiempo pasa, ¡más ricos están los condenados ‘sacatrapos’! Aguantan en el armario durante meses, y eso que no tienen ni una pizca de conservantes. Todo muy natural.
Saludos.........