Tengo que intervenir aunque tu forma de pensar en general, la comparto totalmente, pero en el caso que hablas de las empresas pequeñas, habrá de todo como es posible, pero en mi caso estás totalmente equivocada. Te diré que he sido trabajadora por cuenta ajena y ahora solo soy una puñetera autónoma de una mierda de empresa S. L., que tuvo que quedarse sin los 5 trabajadores que tenía con todo el dolor de su corazón, porque los empresarios que tienen un poco de poder y contratan a los pequeños (después de mirar el presupuesto más barato, sin importarles la calidad del trabajo) nos han dejado con "siete" "concursos de acreedores" (que frase más inteligente) y 4 pequeños también como nosotros, que los pobres ya ni concurso de acreedores, desaparecieron ellos, sus teléfonos y sus sedes, de la noche a la mañana. También te diré que sigo lavando la misma cantidad de monos que cuando teníamos trabajadores, él siempre fue el que más trabajó del grupo (también mi marido a sido trabajador por cuenta ajena), y como sabemos lo que es nunca nos hemos sentido empresarios como tal, sino gente que en la época de la burbuja inmobiliaria tenía el suficiente trabajo como para compartirlo con los demás, es más el enseñaba tanto los trucos de hacer bien las cosas, que cuando alguno de ellos pudo trabajar algunos días en otra empresa del ramo, luego nos llamaban dándonos las gracias por haberles enseñado todo lo que sabían, hicieron todos los cursos posibles para su buena preparación, siempre en el horario laboral, etc. Lo dejo porque me parece que intento defenderme de algo que no tengo porque hacerlo, pero como nosotros, mi hermana igual, y mi padre hace años exactamente igual. En algunos casos me doy cuenta que no se puede medir a todo el mundo con el mismo rasero. Mira que bien, es algo que he aprendido hoy, y nunca viene mal aprender.
Un saludo.
Un saludo.