RECORDANDO VIEJAS PESTES QUE ALGUNAS FUERON PELICULAS DE CIENCIA FICCIÓN.
Estamos viendo películas, con sus historias, que en estos momentos nos parecen más ciertas, que antes de esta peste. Vemos algunos momentos donde la realidad supera con mucho la ficción. Hace años viendo la película de título, ¡LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES ¡. Pensé que podría ser imposible lo que aquella película nos mostraba, pero pronto empecé a ver, que aquellos zombis de dicha película, al verles cabizbajos, con andrajos, los ojos brillantes, y sus hombros adelantados, y casi todos con la dentadura medio perdida, caminaban por Madrid capital, en más de veinte lugares, para buscarse su “racioncita”, como ellos decían, y las gentes lo mismo que en dicha película, se apartaban de ellos, eran seres humanos digamos que no resucitados, pero todos caminaban a buscar la felicidad que les daba su vicio de muerte. Aquellos jóvenes que parecían zombis de película, fueron la mayoría muriendo sin darse cuenta que la peste la llevaban encima, en dicha película el virus dejaba a los seres humanos resucitados, sin conocimiento ninguno, y las escenas eran terroríficas, al estar hambrientos y no respetar a los seres vivientes, que en su defensa, poco a poco les fueron eliminando, Aquel virus que era solo de película de miedo, ahora estamos viendo que hay virus con terribles resultados, no se ven, no se les puede olfatear, ni meten ningún ruido, pero sus resultados son catastróficos. Si echamos la vista hacia el siglo XX, el año de 1918, la peste tuvo dos recorridos, el primero en invierno, que fue malo, pero el del mes de agosto, fue fatal, se llevó muchas más personas hacia el otro mundo, incluso diferentes animales caseros, como perros y gatos, el resultado fue tremendo, la medicina en aquellos años, trataba de buscar remedios, pero no tenía suficientes aparatos para detectar los virus, hoy en día tiene muchos más medios, pero no ha encontrado la solución aparente, y por eso siguen muriendo personas por todo el mundo. La realidad supera con mucho lo que entonces nos parecía ciencia ficción. La movilidad en estos años es mucho más rápida y contundente. Y los virus no sabemos dónde viajan, eso sí, dejan sus rastros de muerte, sin poderlo impedir. Y eso que los médicos y biólogos, que estudian para prolongar la vida, nos están indicando que nos pongamos mascarillas, que son una de las pocas barreras que son útiles, ya que sin ellas se podría extender mucho más rápido y cruel este virus corona. Esperemos que la mayoría de los humanos, sepamos guardar nuestra salud y la de nuestra propia familia, vecinos y amigos, sin dejar la mascarilla de gorra o babero. Para poder seguir contando los fallecidos en el mundo entero. Que parecen que van aumentando, con este virus traicionero, que no es de película ni peliculero. Seriedad ante la peste que no se ha terminado ni controlado, un pequeño esfuerzo ante tan grande adversidad, que seguirá siendo la realidad mucho más grande que la ciencia ficción. G X Cantalapiedra. 11 – 5 – 2020.
Estamos viendo películas, con sus historias, que en estos momentos nos parecen más ciertas, que antes de esta peste. Vemos algunos momentos donde la realidad supera con mucho la ficción. Hace años viendo la película de título, ¡LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES ¡. Pensé que podría ser imposible lo que aquella película nos mostraba, pero pronto empecé a ver, que aquellos zombis de dicha película, al verles cabizbajos, con andrajos, los ojos brillantes, y sus hombros adelantados, y casi todos con la dentadura medio perdida, caminaban por Madrid capital, en más de veinte lugares, para buscarse su “racioncita”, como ellos decían, y las gentes lo mismo que en dicha película, se apartaban de ellos, eran seres humanos digamos que no resucitados, pero todos caminaban a buscar la felicidad que les daba su vicio de muerte. Aquellos jóvenes que parecían zombis de película, fueron la mayoría muriendo sin darse cuenta que la peste la llevaban encima, en dicha película el virus dejaba a los seres humanos resucitados, sin conocimiento ninguno, y las escenas eran terroríficas, al estar hambrientos y no respetar a los seres vivientes, que en su defensa, poco a poco les fueron eliminando, Aquel virus que era solo de película de miedo, ahora estamos viendo que hay virus con terribles resultados, no se ven, no se les puede olfatear, ni meten ningún ruido, pero sus resultados son catastróficos. Si echamos la vista hacia el siglo XX, el año de 1918, la peste tuvo dos recorridos, el primero en invierno, que fue malo, pero el del mes de agosto, fue fatal, se llevó muchas más personas hacia el otro mundo, incluso diferentes animales caseros, como perros y gatos, el resultado fue tremendo, la medicina en aquellos años, trataba de buscar remedios, pero no tenía suficientes aparatos para detectar los virus, hoy en día tiene muchos más medios, pero no ha encontrado la solución aparente, y por eso siguen muriendo personas por todo el mundo. La realidad supera con mucho lo que entonces nos parecía ciencia ficción. La movilidad en estos años es mucho más rápida y contundente. Y los virus no sabemos dónde viajan, eso sí, dejan sus rastros de muerte, sin poderlo impedir. Y eso que los médicos y biólogos, que estudian para prolongar la vida, nos están indicando que nos pongamos mascarillas, que son una de las pocas barreras que son útiles, ya que sin ellas se podría extender mucho más rápido y cruel este virus corona. Esperemos que la mayoría de los humanos, sepamos guardar nuestra salud y la de nuestra propia familia, vecinos y amigos, sin dejar la mascarilla de gorra o babero. Para poder seguir contando los fallecidos en el mundo entero. Que parecen que van aumentando, con este virus traicionero, que no es de película ni peliculero. Seriedad ante la peste que no se ha terminado ni controlado, un pequeño esfuerzo ante tan grande adversidad, que seguirá siendo la realidad mucho más grande que la ciencia ficción. G X Cantalapiedra. 11 – 5 – 2020.