NO VALE GRITARLE AL VIENTO...

NO VALE GRITARLE AL VIENTO
En estas tristes jornadas del llamado enclaustramiento,
se ven visiones pasadas que te dejan desaliento.

Políticos con butacas que quieren penosos vientos,
para dejarnos sus tracas sin aliviar sufrimientos.

Vienen gritando en la calle sin dejar convencimientos,
y se nota algún detalle que puede romper cimientos.

Tenemos la peste encima, que no te ofrece descanso,
el virus busca la cima en cualquier bello remanso.

Nos busca el virus corona para dejarnos sus huellas,
y no le importa la zona ni buscar las horas bellas.

Esta peste temerosa que no conoce barreras
la vemos más horrorosa cuando rebasa trincheras.

Mascarillas defensoras de esta peste maliciosa,
pueden salvarte las horas en tu marcha silenciosa.

No hay caminos imposibles para el virus traicionero,
los virus son invisibles y jamás buscan dinero.

Guardaremos la distancia para ponerle barrera,
El virus es arrogancia y no teme la frontera.

Este virus asesino que viene dejando muertos,
hace penoso el camino con sus virajes inciertos.

Nadie se ve liberado aunque dejara sus redes,
el sigue siempre encerrado pero dañando paredes.

Mascarillas protegiendo los caminos frecuentados,
el virus sigue creciendo en lugares apartados.

No le perdamos la pista, que puede trazar su enfado,
nadie se sienta optimista ni jamás le haga un halago.

La peste sigue presente con su rumbo endemoniado,
el virus no se ve ausente ni quiere verse apartado.
G X Cantalapiedra.
16 – 5 – 2020.