CUANDO AFLORARON BRUJERIAS
Tiempos llenos de pobreza para personas sin medios, que sufrieron la torpeza de buscar nuevos remedios. Caminaban por los campos trazando caminos nuevos, muchas veces suplicando el comerse los silencios. Hierbas del campo salvajes, con tomillos y romero, penas sobre los paisajes al nunca tener dinero. Vivieron de las limosnas, a penas si mal comieron, hubo las terribles zonas donde tan solo sufrieron. Vendiendo hierbas del campo en pueblos que recorrieron, y las culparon del llanto sin saber lo que vendieron. Llenas de necesidades, envueltas en mil complejos, abrazando soledades y respetando a sus viejos. Afloraron brujerías que algunos llaman inventos, quizá dieron alegrías hasta los penosos muertos. Pronto con nombres de brujas, sus criticas se extendieron, cuando las mentes se estrujan la Inquisición mete miedo. Aquellas mujeres listas muy cargadas de recuerdos no buscaban las revistas sobre aquellos malos tiempos. Nadie debiera tener los demonios en el cuerpo, ni buscar los manicomios para arreglar los entuertos. Afloraron brujerías, entre ramas de romero, La tila con ciertas hierbas curaron ciertos enfermos, Un enfermo que sufría habló de buscar remedio, y una bruja le asistía, en aquel penoso medio. Ladrillos entre las lumbres, envueltos con paño o lienzo, veras como así te cubres de las gripes del invierno. No sonaran las campanas si la bruja ya se ha muerto, serán tristes las mañanas en cualquier momento incierto. Habrá voces en las Cuevas si las brujas siguen dentro, los silencios que se ocultan parecen tener un centro. Las noches dejan sus vientos para amarrar las conciencias, al ver a los sufrimientos que nada saben de ciencias. Por que las llamaron brujas, si el hambre fue tan siniestra, hay sendas que son oscuras donde solo caben muertas. Las brujas no fueron tontas ni tampoco desquiciadas, hoy sus historias remontan a muchas negras jornadas. Dejar que la vida siga, vivir sin ninguna traba, que la conciencia persiga al dueño de alguna esclava, G X Cantalapiedra.
Tiempos llenos de pobreza para personas sin medios, que sufrieron la torpeza de buscar nuevos remedios. Caminaban por los campos trazando caminos nuevos, muchas veces suplicando el comerse los silencios. Hierbas del campo salvajes, con tomillos y romero, penas sobre los paisajes al nunca tener dinero. Vivieron de las limosnas, a penas si mal comieron, hubo las terribles zonas donde tan solo sufrieron. Vendiendo hierbas del campo en pueblos que recorrieron, y las culparon del llanto sin saber lo que vendieron. Llenas de necesidades, envueltas en mil complejos, abrazando soledades y respetando a sus viejos. Afloraron brujerías que algunos llaman inventos, quizá dieron alegrías hasta los penosos muertos. Pronto con nombres de brujas, sus criticas se extendieron, cuando las mentes se estrujan la Inquisición mete miedo. Aquellas mujeres listas muy cargadas de recuerdos no buscaban las revistas sobre aquellos malos tiempos. Nadie debiera tener los demonios en el cuerpo, ni buscar los manicomios para arreglar los entuertos. Afloraron brujerías, entre ramas de romero, La tila con ciertas hierbas curaron ciertos enfermos, Un enfermo que sufría habló de buscar remedio, y una bruja le asistía, en aquel penoso medio. Ladrillos entre las lumbres, envueltos con paño o lienzo, veras como así te cubres de las gripes del invierno. No sonaran las campanas si la bruja ya se ha muerto, serán tristes las mañanas en cualquier momento incierto. Habrá voces en las Cuevas si las brujas siguen dentro, los silencios que se ocultan parecen tener un centro. Las noches dejan sus vientos para amarrar las conciencias, al ver a los sufrimientos que nada saben de ciencias. Por que las llamaron brujas, si el hambre fue tan siniestra, hay sendas que son oscuras donde solo caben muertas. Las brujas no fueron tontas ni tampoco desquiciadas, hoy sus historias remontan a muchas negras jornadas. Dejar que la vida siga, vivir sin ninguna traba, que la conciencia persiga al dueño de alguna esclava, G X Cantalapiedra.