Leo y miro al cielo: las nubes amenazantes, se fueron...

Leo y miro al cielo: las nubes amenazantes, se fueron hacia el Este. Me digo: del Este hubo un tiempo que vinieron muchos males, que chocaron con otros tantos o mas que había al Oeste... de inmediano me digo que como por aquí andan las aguas revueltas, tal vez me arrope escribiendo un poema o cuente mis disgustos a la sociedad disgustada: motivos tiene.
O tal vez me diga que estoy harto, de ver a gentes caminando en el frío, que se muy bien quienes congelan de sus actos, de sus manos, sucias y por tanto poco piadosas.
Quer no me va a quitar el sueño Carrillo ni Fraga, y si el mundo que sigue dejardo pasar vientos huracanados por sus grandes gritas... Que me monto a caballo de las calles, que galopo el el luto, que me tropiezo con mil males, que asisto a ceremoniales inutiles, y que la frialdad de marmol de lujosas mansiones, me explican son la consecuencia, de que haya comedores y mas migajas, y me repito que no quiero esta ruina. y si salir del centro de este invierno en el que muchos han caido, y caerán mas.
Me repetiré que no quiero los odios, pero que se me incita a ello, vciendo lo que veo pensando como pienso a veces en horizontes diáfanos. Pienso pero no me llegan.
Abri la tele por un lado, y biera como ensalzaban unos huesos por un lado, y se despreciaban otros. Y de nuevo me repito el porque unos se callaron tanto tiempo...! Que tristes calaveras, y que frialdad han soportado durante años y siguen soportando. Y termino diciendo:! Pobres madres que paristeis hijos, para huesos en el olvido!
Me detengo porque me llega el palabrerío.... que propicia de muchos hombres pálidos por los caminos, alargando sus manos hacia la esperanza..-