Reverdecen los lirios de la fuente
en despertar lluvioso y tempranero,
amanece en los pagos del PIÑERO,
renacen los recuerdos en mi mente.

Le robo alguna lágrima a mi gente:
Sorprendidos retiran con su mano,
con gesto emocionado, que no en vano
mi soneto no ha sido indiferente.

Las flores " del no olvido " preparadas
a rendir homenaje en cementerio,
esas flores por mi hermana arregladas

dedicadas a un hombre de criterio.
LAS ALMAS CON LAS LUCES NO APAGADAS,
los libros que valían un imperio.

DEDICADO A MI PADRE.
Marzo 2011
(Todavía no conocía ni a Cabrero ni a Plazalagua)