1. Ojos claros, serenos......

1. Ojos claros, serenos...
Gutierre de Cetina murió en Puebla, bajo la ventana de su amante, en un lance de pasión y celos. Pero lo recordamos sobre todo por estas pocas líneas, que han perdurado durante siglos.

No harías nada mal en memorizarlas.

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.