Fantástico, Mari...

No das tregua, no descansas nunca
vigilante al brote de la flor,
te ofende su perfume, su brillo,
la tijera siempre a punto para cortarla,
el agua contaminada para ahogarla
para emborronar su blanco inmaculado
la palabra en forma de cuchillo.
Nada importa que un día adornara tu casa
llevara a ella el color, la alegría,
una ilusión que nunca habías conocido,
te alimentaras de su belleza.

¡Pobre flor!
Ilusa creyó poder crecer en terreno pantanoso
luchar a la intemperie con la tormenta
con el sol abrasador, con el frío siberiano,
en su inocencia no supo ver el campo inhóspito
las zarzas brutales, la sequedad del alma
la suciedad de su abono,
flor que tan solo deseaba crecer libre
mimada y cuidada por su jardinero.

MARI.

Es una imitación al poema de Alba Gonzalez que comienza: como si la distancia no bastara

Fantástico, Mari...