LA APASIONADA...

LA APASIONADA

La mujer que de férvidas pasiones
tiene en el alma hoguera abrasadora,
al punto que del hombre se enamora,
vive del aire, nútrenla ilusiones.
Pasadas las primeras emociones,
tanto ya te acaricia y tanto llora
que al fin su pesadez ya te encocora
al ver que ella desoye tus sermones.
Separada de ti no está un instante
y te habla de su pleito eternamente,
con tal constancia que te causa grima:
has conquistado una mujer amante,
esto es... un sinapismo, un emoliente,
que nunca, nunca te echarás de encima.

(De Jacinto Labaila.)