NOEMI. Bueno, ya tengo como tú vacaciones hasta que...

Quiero entrar en tu puerto sin más dudas,
sin miedo de encallar en esta playa,
la playa de tu vida;
sin miedo a naufragar.
Si naufrago en los mares de la noche
me tenderás la mano,
me mostrarás el sol.
Si mi barco al capricho de los vientos
no encuentra su camino,
envíale tu luz.
Si mi barco al capricho de las olas
sucumbe a su vaivén,
sujeta bien las velas,
en galerna no quisiera morir.

Noemí.

Gracias, Ángel.
Es una alegoría del vivir.
Gracias por tu valoración.
Un saludo desde este veranito de San Miguel.

Pues entre unas cosas y otras, acabo de llegar a Gijón. Iré unos días a León y se acabaron las vacaciones.

Ángel, tus vacaciones deberían ser eternas.
Pásalo bien.

NOEMI. Bueno, ya tengo como tú vacaciones hasta que nos lleven al Campo Santo.