EL AJO:...

EL AJO:

En Madrid robé un ajo

a una tendera;

me ordenó la justicia

que el ajo diera.

Como mi honra y fama

estaban allí,

me arreglé de manera

que el ajo di.

Pedro, mi amigo, al verme:

"Muy bien hiciste

(dijo), pues he sabido

que el ajo diste."

Y al que murmuró, ufano

así contestó:.

"Sabed todos,........,

que el ajo dió