Plas, plas, plas.

A LOS MARINEROS DE TERRANOVA (CANADA)

Dolor en el corazón
y zarpazos en el alma.
Tú que vestías de azul
de hermosas aguas en calma
de repente te enfureces
y no controlas tu rabia,
te haces amante del viento
y con su ayuda, arrasas *
vidas que tan solo buscan
completar una jornada,
cumplir bien con su trabajo,
y regresar a sus casas.

Eolo y Poseidón, reyes
presumiendo de su hazaña.
¿Qué demonio os dominó
para obrar con tanta saña?
Pobres marineros, pobres,
ellos que siempre contaban
del mar, historias muy bellas,
que orgullosos en su barca,
salieron a faenar
en aguas de espuma blanca,
vieron que el viento y el mar
feroces se los tragaban.

Mari

Plas, plas, plas.