Conde, no llegaba al duro…
Fueron solo tres reales
lo que pagué, ayer noche
a este grupo de feriantes,
que me contaron historias,
que me quitaron el sueño,
pensando yo por incauta
que tenía solo un dueño.
Pues no..…
¿De quien somos?
Que responda aquí el/la valiente
si lo sabe, y no le/a engañan,
pues no creo, estoy segura,
que esta vida la vivimos
presos de las circunstancias.
Al “café teatro Levante”,
vengo para aprender,
que la vida no es solo sueño,
además es un placer
despertar con tanto ingenio
y reírse a placer.
Pues no solo la sonrisa
te despierta ilusionada,
lo mejor…. la carcajada
jajjjjajajajjajjajajjajjajaja
¡Hay que ver cuanto tunante!
no en la vida del feriante..
Para muestra, este café,
pues tomando solo un té
entre estos bastidores,
se llenan hasta los rincones.
No se pierdan las funciones
que el programa está servido,
los actores se han reunido,
y el guión se ha repartido
sin música tradicional,
pues aquí nos va el JAZZ,
el arte de improvisar.