Dos fandangos de Huelva, para ir animando a los cantaores:...

Dos fandangos de Huelva, para ir animando a los cantaores:

Bailando,
aquí me tienes bailando,
en el Café de Levante,
mientras que estoy admirando
a la que tengo delante.
Yo me estoy enamorando.

Amor,
dime que sí ya mi amor,
que yo deje de sufrir,
porque si dices que no
hasta me puedo morir.
Dime que sí, corazón.