¡plas, plas, plas. ...

¡plas, plas, plas.
plas, plas, plas plas!
Aquí entro yo aplaudiendo
pues la tengo tan cerquita
que como yo, no la aplauda
me aplaude a mi, la carita.

Mamá que bien has cantado...
Con salero y sentimiento
se han quedado los clientes
todos ellos, boquiabiertos.

Por la noche volveremos
al "Levante" a cantar
y depaso cenaremos
un buen pincho servirán,
como en los mejores tiempos.

¡Animo amigos entrar!
que no hay mejor solucíon
para espantar "tó" los males
que cantar una canción.