Hola, mi querida Lu,...

Hola, mi querida Lu,
sé bien venida de nuevo,
pero no ye vayas luego,
como sabes hacer tú.

A todos los compañeros
que ahora en el Café se encuentran
les ofrezco placentero,
de mi buen cantar la muestra:

¡A ver, el de la guitarra!
Ayúdame por fandangos;
creereis estar soñando,
en esta tarde de farra:

Cantando,
mi amor te ofrezco cantando
mirando a la luna clara,
si me miras a la cara,
yo creeré estar soñando;
¡quién esos labios probara!

Plazalagua.