Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en...

Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia. Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales. La vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto. Y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud. Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, sé benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo. No menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir. Y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios cualquiera que sea tu idea de Él. Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con toda su falsedad, sus dolores y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Jsele: pues mira tu, que todo esto me lo repito en mis muchos soliloquios, pero, salgo a la calle, los dramas reaparecen... y veo llorar a los gustos.
Y si comento, la desgracia ajena, se riemn de que sienta pena... mientras algunos reponden a mi impotencia con sonoras carcajadas en actitudes que queramos o no merman la libertad de las gentes.
! Claro que hay quienes aconsejan a su ira, que no vaya mas allá de gritos en sus doloridas gargantas (de estar calladas) hay limites.
Escribiría un largo mensaje, respondiendo, a lo mucho bueno que dice el tuyo, que hasta habla de Dios. Yo como poco creyente (tal y como están las cosas) diría que este no interviene para nada... que la luz es luz y la sombra sombra. Que el visitar los templos, es una cosa y ver crecer chabolas y palacios es otra... Que el "hermano hombre" se queda en algo muy bonito. Y que la realidad es otra: Que hermanos despojan a potros hermanos a cada hora del día. Y que no es preciso el rezo para saber que estoy haciendo con mis semejantes... malo que los hago llorar.
Y a propósito de llorar: aquel que no haya aprendido ha hacerlo, estoy seguro que no sabe lo que es ser feliz.
Me gusta leer y detenerme donde se dice algo sensato.
Con gran satisfacción te saludo. ... (ver texto completo)