Triana sin la utopía este mundo no hubiera avanzado...

Triana sin la utopía este mundo no hubiera avanzado nada y estaríamos sin poder votar las mujeres, y tantas cosas que se han conseguido gracias a desear un mundo mejor y que alguien luche por alcanzarlo, muchas veces dando su vida por ello.
Un cariños saludo
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola elo:
De acuerdo nuevamente contigo, las cosas cambian porque hay quien lucha para que esto suceda, poniendose metas que en el presente parecen lejanas e inalcanzables, pero que por distintos caminos y pasado el tiempo toman forma.

Esto lo escribi hace algun tiempo, pensando en alguien que quiero mucho, lo pongo aqui por si aclara el tema en algo.

Retornando en el tiempo no tengo por menos que pensar en aquellas caras curtidas por el sol y el aire de los campos, como se notaba cuando llegaba alguien de la ciudad, no solo en su rostro, en su forma de vestir, en su manera de hablar, y sobre todo se notaba el aire de superioridad.

Era rigurosamente puntual al levantarse, aunque más tarde comprendí que su despertar era consecuencia del reloj de la torre de la iglesia ya que en la pequeña mesilla no ubicaba despertador alguno. Por la mañana muy temprano salía al patio con su camiseta de franela y sacaba un cubo de agua fría del pozo para después llenar la palangana, se lavaba la cara y con las palmas de las manos llenas de agua, se las vertía por la cabeza a modo de ducha, aunque sin jabón alguno y humeándole la cabeza por la diferencia de temperatura, tomaba la toalla y se secaba lentamente mientras decía, es hora de levantarse, todo el mundo arriba. Después apartaba el puchero de las brasas y en un tazón de amplias dimensiones aportaba la leche hasta colmar el tazón, que ya tenía el pan troceado. Salía por la puerta frotándose las manos y con aire de cumplir con el tajo que se había propuesto, se encaminaba hacia el campo, aquel campo donde se dejo la vida, donde se dejo sus anhelos, sus frustraciones y por qué no sus alegrías, pues así sucedían los días, pasaban los años y se fue haciendo viejo para permanecer en el recuerdo de donde no escapará.

Sin embargo algo tengo grabado a fuego, algo que abrigo con cariño, algo que admiro de aquella gente y es, aquella manera serena, paciente, resignada, conformista pero valiente de seguir adelante teniendo todo en contra, por carencias de todo tipo, exceso de trabajo y con esperanzas de que más adelante fuera mejor. Nada tenían de lo necesario pero cuando poco llegaba era más que suficiente y aún en esas condiciones albergaban la esperanza, esa esperanza de que el hambre no les llegara a los suyos, esa esperanza de que este año sería mejor que el pasado, y sobre todo que se libraran de cualquier enfermedad, que esa sí que se soportaba con dificultad.

Saludos ... (ver texto completo)