Se debe mantener la ilusión ante nuevos partidos liderados por jóvenes con ideas renovadas. Pero debemos permanecer atentos, porque alguno de ellos solo vende odio y resentimiento, y llevamos demasiados años con el mismo bucle. Se necesitan políticos que quieran trabajar, idealistas, no ideólogos fantasiosos que no aportan nada más que proyectos de cáscara amarga. Saludos.