Ángel Cerdeño, Venezuela

Muere Ángel Cerdeño, corresponsal de Telecinco: "Venezuela lo mató"

Su compañera y amiga Esther Yáñez narra con pena los últimos días de Ángel y las condiciones infrahumanas de la sanidad venezolona.

Chic2021-09-30.

Ángel Rafael Cerdeño, corresponsal de Telecinco y Nius en Venezuela, ha muerto a los 38 años a consecuencia de la covid-19. La página web de la cadena despide a su compañero con una carta de su amiga Esther Yáñez en la que denuncia las condiciones lamentables de la sanidad venezolana. Ángel llevaba 20 años casado con su mujer, Viviana y tenía tres hijos pequeños.

El periodista empezó a encontrase mal y terminó por desmayarse. Sus últimas horas fueron una lucha por encontrar un hospital en el que ser tratado. "Se embarcó en el periplo habitual de buscar un hospital que le atendiese en Caracas. No tuvo suerte con los dos primeros, donde le dijeron que ni siquiera había médicos. En los hospitales públicos de Venezuela hay poca cosa. Ni agua, ni sábanas, ni medicamentos, ni médicos. En los privados sí hay, pero cuestan mucho dinero y apenas un 2% de la población puede permitírselo", escribe Yáñez sobre el infierno que tuvo que vivir su amigo.

El día de su desmayo, cuando "empezó a morirse sin remedio", Ángel escribió a Esther. "No podía respirar, pensé que iba a morir. Y así tocó recorrer otros hospitales hasta llegar al Clínico Universitario, donde me atendieron a las patadas y en condiciones infrahumanas. Allí los pacientes covid y no covid permanecen en un mismo lugar (…) Venezuela es enfrentarte a un sistema de salud colapsado. Una cosa es que lo digamos en un reportaje y otra que lo vivamos en carne propia".

"Cuando consiguió que le atendieran, le dijeron que no sabían qué le pasaba y lo mandaron a casa. Que si reposo, que si amoxicilina (que es de los pocos medicamentos que todavía se encuentran con seguridad en las farmacias), que si en unos días le harían alguna prueba para dilucidar el origen de su dolencia. No llegó a las pruebas. Venezuela lo mató", sentencia. DEP.