Mensajes de Residencias para mayores enviados por centeno:

Cuando yo sea anciano no voy a querer dinero, solo quiero que estes a mi lado.
Cuando yo sea anciano ven a verme y cuentame algo de tu trabajo que yo no tengo.
Cuando yo sea anciano no me riñas porque no te entiendo; estoy muy sordo.
Cuando yo sea anciano escuchame por enesima vez donde estaba cuando tu naciste.
Cuando yo sea anciano hablame del futuro que yo solo tengo pasado.
Cuando yo sea anciano cuidame en mi final como yo lo hice en tu principio.
Cuando yo sea anciano se feliz y yo tambien ... (ver texto completo)
Creo que cada caso reqiere una solucion y hay gente que lo tiene mejor que otra. Si creemos en una justicia con mayusculas que esta por encima de la ley y de la propia justicia y generlizando un poco yo diria que recogemos lo que sembramos o como diria mi abuela "manos que no dais que esperais".
Me viene a la memoria el caso de una amiga mia que tras morir su padre llevaron a su madre a una residencia. No fue lo malo el llevarla, ya que estaba bien atendida, lo malo fue que la dejaron practicamente ... (ver texto completo)
Si se llevasen el miedo,
y nos dejasen lo bailado
para enfrentar el presente...
Si se llegase entrenado
y con ánimo suficiente...

Y después de darlo todo
- en justa correspondencia -
todo estuviese pagado
y el carné de jubilado
abriese todas las puertas...

Quizá llegar a viejo
Sería más llevadero,
Más confortable,
Más duradero.

Si el ayer no se olvidase tan aprisa...
Si tuviesen más cuidado en donde pisan...

Si se viviese entre amigos
que al menos de vez en cuando
pasasen una pelota...
Si el cansancio y la derrota
no supiesen tan amargo...

Si fuesen poniendo luces
en el camino, a medida
que el corazón se acobarda...
y los ángeles de la guarda
diesen señales de vida...

Quizá llegar a viejo
Sería más razonable,
más apacible,
más transitable.

¡Ay, si la veteranía fuese un grado...!
Si no se llegase huérfano a ese trago...

Si tuviese más ventajas
y menos inconvenientes...
Si el alma se apasionase,
el cuerpo se alborotase,
y las piernas respondiesen...

Y del pedazo de cielo
reservado para cuando
toca entregar el equipo,
repartiesen anticipos
a los más necesitados...

Quizá llegar a viejo
sería todo un progreso,
un buen remate,
un final con beso.

En lugar de arrinconarlos en la historia,
convertidos en fantasmas con memoria...

Si no estuviese tan oscuro
a la vuelta de la esquina...
O simplemente si todos
entendiésemos que todos
llevamos un viejo encima.

J M SERRAT ... (ver texto completo)