En la cultura Cherokee, las mujeres podían decidir ser guerreras o esposas. Si optaban por esto último, eran ellas quienes elegían al interfecto, y si lo deseaban, podían pedir un tiempo para vivir con él, antes de la ceremonia de boda y ver si "daba el ancho" como proveedor.
Una vez casada, si querían divorciarse, solo tenían que dejar las pertenencias del hombre en la entrada, no tenían que justificarse y ellas mantenían la misma honorabilidad ante la sociedad. Nadie le pedía explicaciones, ... (ver texto completo)
Una vez casada, si querían divorciarse, solo tenían que dejar las pertenencias del hombre en la entrada, no tenían que justificarse y ellas mantenían la misma honorabilidad ante la sociedad. Nadie le pedía explicaciones, ... (ver texto completo)