SERRAT EL CARRUSEL DEL FURO.
Cuando la llama de la fe se apague, y los doctores
no hallen la causa de su mal, señoras y señores
sigan la senda de los niños y el perfume a churros
que en una nube de algodón
dulce le espera el Furo.
Goce la posibilidad de alborotar el barrio.
Por tres pesetas puede ser bombero voluntario
o galopar en sube y baja el mundo en un potrillo.
... (ver texto completo)