Mensajes de Religión enviados por Marianico:

El anciano y el niño
Historias urbanas

Éramos la única familia en el restaurante con un niño. Yo senté a Daniel en una silla para niño y me di cuenta que todos estaban tranquilos comiendo y charlando. De repente, Daniel pegó un grito con ansia y dijo, "Hola amigo!".
Golpeando la mesa con sus gorditas manos, sus ojos estaban bien abiertos por la admiración y su boca mostraba la falta de dientes en su encía.
Con mucho regocijo él se reía y se retorcía. Yo miré alrededor, vi la razón de su regocijo.
Era ... (ver texto completo)
Hay personas que no es porque sean ATEOS, o RELIGIOSOS, simplemente, les gusta llevar la contraria.
Un buen día para todos.