Vuesas mercedes, que me han tenido más de una tarde en los calabozos de la Inquisición, saben de sobra que cuando más me enfado es cuando más doy de si (en este caso, de mi).

Queridos Reyes Católicos: como veo que divagan mucho y no está la noche para muchas fiestas, sólo les contestaré a una cosa. Cuando digo lo de no hacer nada, que el mercado se regula solo, no me refiero a esperar que vengan a sacarnos las castañas del fuego, ni mucho menos, precisamente yo nunca he pecado de esperar algo semejante de los demás, me refiero sencillamente a que hay que seguir viviendo dentro de las posibilidades de cada cual, y no dejarnos engañar por el mercado al uso, pues es evidente ... (ver texto completo)

Yo creo que en situaciones así, tal vez lo mejor sea no hacer nada, que el mercado se regule sólo. De todos modos está visto que nadie es capaz de sacar a los países de la crísis por el mero hecho de que quieren seguir ganando dinero los Bancos, y lo uno no casa con lo otro.
Ya se inventarán una nueva guerra (las dos Coreas, por ejemplo, auspiciadas por USA y Japón, por ejemplo, como ya he dicho en otro tema) para poder sacudirse la crisis y seguir adelante, eso si, los países ricos, los demás seguiremos ... (ver texto completo)

Queridos Reyes Católicos: tiempo ha que no platicaba con vuesas eminencias, pero por derroteros varios me he visto envuelta en un casi anatema religioso y entregada a vuestas cárceles de la inquisición, sitas en el Castillo de San Jorge al ladito mismo de la Torre del Oro (afortunadamente hoy no existen).
En fin, volviendo a mi entrada en el mensaje de vuesas mercedes, noto que paulatinamente han ido cambiando usías en la forma y el fondo de plantear el problema de la crisis. ¿Es que les conviene ... (ver texto completo)

Nos iremos hundiendo todos paulatinamente, lo malo es que el que nos rescata, también se hunda.

La crisis económica nos está viniendo estupendamente a todos los ciudadanos para darnos cuenta que no es oro todo lo que reluce, y que el hombre nace libre pero es responsable de sus actos, y así hemos llegado a donde nos han llevado nuestros actos.