DIARIO DE LEON:

La reforestación en Camposagrado se detendrá el 2013 tras 20 años de ayudas
La UE ha aportado unos 5,5 millones de euros desde los noventa para plantar pinos.

pilar infiesta | camposagrado 20/11/2011

El abandono de los antigüos campos de cereal y lino que cubrían parte de la localidad de Camposagrado a comienzos del siglo XX, dio paso en los años cincuenta a un nuevo paisaje forestal cargado de árboles, que también se extendieron a los montes cercanos. Así, la zona se convirtió en uno de los pulmones verdes más importantes y emblemáticos de la provincia tras la plantación masiva de pinos, que dieron una nueva vida al suelo ligada a la madera y que atraen, cada año, a amantes de la bicicleta, del senderismo y de las setas.

La Unión Europea vino al rescate de la reforestación en los noventa, con subvenciones del 80% por plantar pinos en terrenos baldíos. Un reguero de ayudas que han supuesto más de 5,5 millones de euros durante los veinte últimos años.

Sin embargo ese grifo parece que está a punto de secarse, ya que el programa de ayudas europeas finaliza el próximo año y, según confirma la Junta, no hay certezas sobre su renovación.

El dinero comunitario ha permitido ampliar las 2.600 hectáreas de pinares en Camposagrado impulsadas desde los cincuenta a los ochenta del siglo pasado en otras 1.700 hectáreas ubicadas en la confluencia de los términos municipales de Carrocera, Cuadros y Rioseco de Tapia. Precisamente en esa zona se ha instalado la base de extinción de incendios que gestiona la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Según explican, la vegetación presente en esa zona de páramo hace sesenta años estaba formada por áreas de cultivo ganadas al monte de matorral y robledales. Los trabajos de reforestación comenzaron en los tramos más accesibles, con menos pendiente y mejor calidad de suelo, principalmente, en entornos de matorral que no tenían ningún tipo de aprovechamiento. Para ello las especies más utilizadas fueron los pinus sylvestris, pinus pinaster y pinus nigra, en orden de mayor a menor superficie ocupada. El fuego ha arrasado el 30% de los pinos plantados por primera vez, de ahí la importancia de replantarlos.

En las más de 4.000 hectáreas reforestadas en esas seis décadas se pueden distinguir dos tipos de plantaciones. Las antiguas, mayoritariamente sobre terrenos de montes de Utilidad Publica o de Libre Disposición, y las jóvenes, financiadas con fondos europeos (Feader), destinadas a la primera forestación de tierras agrícolas, que comenzaron a ejecutarse a comienzos de los noventa y finalizarán el 2013. Se han llevado a cabo sobre terrenos particulares y de entidades locales.

Biodiversidad. Su gran objetivo es aumentar la biodiversidad y reducir el CO2, además de engordar las arcas de las juntas vecinales cada quince años con las cortas. «A lo largo del turno de corta, se vienen realizando diferentes actuaciones de mejora sobre las masas forestales y prevención de incendios. En las masas más jóvenes, los tratamientos son podas de fuste hasta una altura máxima de 2,5 metros, desbroces de matorral, fitosanitarios y mantenimiento de caminos y cortafuegos», indica la Junta. Sobre las masas adultas de más de 30 años además, se están realizando diferentes aprovechamientos de madera en claras selectivas, favoreciendo el crecimiento de los árboles dominantes, que reportan ingresos al propietario del terreno y en parte se pueden destinar a la ejecución de actuaciones de mejora en esos montes. El destino final de la madera es variado, en función del diámetros, calidad y necesidades del mercado. Sus principales usos son la trituración, postes y madera de sierra.