-Nadie sabe donde empezó mi abuelo y donde termino yo. En esta casa nació mi abuelo, y mi padre y yo. Esos chopos los planté yo. Mira como está todo de palomas. Aquí vienen porque hay paz y tranquilidad. Yo no traje ninguna; no las como, no las quito las crías.... Aquellos chopos, esos siete son de León y me los regaló el obispo Almarcha. Mira qué miliario romano. Aquí hubo granjas romanas porque este pueblo se halla en el costillar que va a Segovia, Sepúlveda, Ayllón, Aranda de Duero. Clunia fue la capital de los romanos, a treinta kilómetros de aquí. Desde allí se esparcieron para Astorga, para León, para La Coruña. La prueba es que al lado de Clunia hay un pueblo que se llama Coruña del Conde, anterior a la fundación de La Coruña.
Pasamos por el jardín y la huerta pisando una alfombra de hojas muertas que se irán consumiendo allí hasta la primavera en que el jardinero ha de quitarlas.