Buenos días:
después de pensar qué foto poner en este poema, que escribí para el pantano del río Luna, os dejo una imagen mía, una herencia que el destino tuvo a bien concederme, UN OJO DE MAR. Se llama así este enclave situado en mi pueblo alcarreño. También tiene su historia.

FUISTE PUEBLO SILENCIADO

Oigo el eco de una campana vieja
que a lo lejos se tiñe de susurros de viento
al abrazar los álamos del río
y las bravas aguas de los torrentes.
Son murmullos que la corriente aleja.

La campana enterrada con su iglesia,
muros de piedra y casas del pasado,
pizarras grises y de negras tejas.
Poco a poco el agua inundó las calles
y resuena en el albor con su lejana queja.

En los porosos resquicios de la franca piedra
se agolpan deslucidos los recuerdos
de un oscuro pueblo que fue amado por el sol
en tardes soñolientas, placenteras
de un tiempo que se convirtió en sonido.

¡Millares y millares de momentos
que el agua encharca, anega y enmohece
Rendida a tus pies asomó la luna
y bajó al lecho de tu río en forma
de barquichuela azul con esmeraldas!

Carmen García