CRÓNICA DE LÉON: UNA IMAGEN Y 242 PALABRAS

A mí el mundo me debe, al menos, una explicación’’

Tengo un buen amigo con el que la madre naturaleza no es que no haya sido generosa es que ha sido incluso cruel. Lo lleva bien pero cuando llegamos a esa fase de las noches de vino y rosas que los manuales definen como de exaltación de la amistad siempre dice.

– No es que le vaya a pedir cuentas a dios, me falta otro cubalibre para venirme tan arriba, pero tienes que reconocerme que a mí el mundo me debe, cuando menos, una explicación.

Lo mismo parece decirle el minero a su hijo. Él le explica al chaval que quieren acabar con todo lo que ha sido su vida, su trabajo, su mundo, su mina, su fusca... pero a ellos nadie les explica nada, ningún motivo.

Nadie les explica (a padre e hijo) cuál es su culpa en el hecho de que las administraciones hayan dado millones a quien no los justifica. Nadie les explica (a padre e hijo) cuál es su culpa en el hecho de que con los fondos provistos y previstos para crear trabajo donde se cierran las minas se haya peatonalizado la bella ciudad de Oviedo. Nadie les explica (a padre e hijo) cuál es su culpa en las ilegalidades que un día sí y otro también protagoniza quien está recibiendo el dinero de todos...

Nadie les explica.

Por eso han cogido las cachas y los monos y van hasta Madrid, a ver quien les explica algo.

Fulgencio
Fernández
Mauricio
Peña