Disfruté brujuleando para conocer siempre algo más de la riquísima tradición oral de estos, "Canales-La Magdalena" Un solo pueblo

Disfruté brujuleando para conocer siempre algo más de la riquísima tradición oral de estos valles, incitando a la charla y escuchando a la gente mayor, gente sabia, cronista y narradora avezada en la práctica de los filandones; la poca gente que aquí permanece durante el invierno entumecido y triste. Disfruté de Omaña, en suma, bebiendo de sus fuentes la mejor agua del mundo. Que por algo se llama Omaña.
Y también disfruté contándolo.
Por eso no puedo concebir que esparcimiento tan placentero pueda considerarse como un trabajo ni veo en ello el mérito que me atribuís. Repito pues, Luis, David, Josepín, que yo no he hecho por Omaña más que gozar de ella.
Pero, ay míos queridos, no nos engañemos. O, por lo menos, que no me engañe yo. Bien sabemos que cuando a uno lo premian con una distinción de este tipo, le hacen un preciado obsequio que tiene también mucho de preventivo, de precautorio y de contrato o coyunda y compromiso. O sea, que ponen al homenajeado encima de un escaparate como éste y le dicen: en este acto aceptas públicamente la dignidad de omañés, así que, de hoy en adelante, tendrás que justificarla, defenderla y dejar en buen lugar a los que te propusieron.
Pues bien; acepto. E intentaré corresponder como es debido aunque no pueda prometer gran cosa.

Foto: panderetera.