(continuación)

Gran defensora del medio rural, ejerció su labor como maestra en él y, siendo inspectora, gustaba de acercarse a los pueblos más alejados para que ningún niño o niña quedase sin el derecho a una buena labor pedagógica para lo cual creía imprescindible saber montar a caballo y saber vivir con la misma dureza de los pueblos a los que acudía.
Era una mujer naturalista que, como en Canales, propiciaba que los niños y niñas tuviesen conocimientos del medio y de la agricultura cuando el currículum escolar no lo entendía como prioritario, adelantándose, sin duda a lo que todavía hoy no hemos valorado suficiente que es la relación de nuestra salud mental con la naturaleza.
Fue también precursora de los Servicios Sociales, creando –entre otras instituciones- la primera Mutualidad para niñas en Asturias, paralelamente a su compañero Artime que creó la de niños, mutualidades que se dotaban del apoyo de familias e instituciones y permitirían a los menores tener asistencia médica, a los jóvenes de 25 años contar con unos fondos y tener una jubilación a los mayores.