Angel, me gustan tus relatos; vaya no sé porqué no...

CONTINUACIÓN.- He comenzado diciendo que tenía 6 años cuando empezó mi etapa pesquera. Desde los 6 hasta los 10 estuve observando siempre el comportamiento de los peces. Uno que se escapaba, otro que no picaba, las mejores horas de la pesca... por supuesto, no me sometía a un estudio original porque era un crío, pero ya me las apañaba para ver la reacción de los peces, claro, las aguas del río bajaban limpias y transparentes y cuando no picaban me deleitaba viendo que hacían los peces, me subía a una pradera o a un árbol, un metro o parecido, y eran tantos los peces que había que grandes "bandadas" de estos navegaban al son de los primeros, eso sí, primera observación, "cada oveja con su pareja", es decir: bandada de barbos, bandada de escallos, de bogas... pero la trucha no hacía "migas" con los demás. La trucha en solitario, a no ser que fueran todos en direcciones distintas por medio de una espantada general. Entonces se mezclaban unos con otros.

Tenía una caña que era una vara de unos 3 o 4 metros. Una vara cortada o cogida de las huertas, procurando que estuviera derecha más o menos salvando los nudos. Un corcho DE UNA BOTELLA dando la forma que tienen los que venden, un metro o algo más de cuerda y el resto de tanza. Digo esto porque no tenía dinero para comprar una caña de bambú y un carrete, así que, con elementos rudimentarios, me iba a pescar... ¡Y pescaba!, ya lo creo que pescaba. llevaba varios anzuelos (estos había que comprarlos) dos o tres corchos, cuerda y tanza de repuesto, aunque si el anzuelo quedaba atrapado en una roca o un canto grande, me desnudaba, me metía en el río (ya sabía nadar) y con las manos o el pie soltaba el anzuelo, ¡cómo para perder un anzuelo! El río de mi pueblo tenía muchas truchas, pero abundaban más los barbos, y resto de peces. De tal forma que cuando tirabas la cuerda, la tanza y el anzuelo en una corriente donde sabías que había truchas, y las había, pero no muchas, los primeros que se asomaban para ver lo que había caído eran las bogas, los escallos y los barbos que eran más numerosos que las truchas, y claro, llegaba antes un pez que la trucha, y por consiguiente, picaba una boga o un escallo; o un barbo. y la trucha se quedaba sin "alimento", solo si eras hábil sacabas alguna. Todos los días por la mañana, siempre llevaba una o dos truchas, pero la truchera iba llena de otros peces... Y yo me divertía. Decir que pescaba con cebo natural, especialmente con moscas de primavera o gusarapas... Continuará. No se lo pierda.

Un saludo cordial.

Angel, me gustan tus relatos; vaya no sé porqué no escribes más.

SALUDOS, CANALES-LA MAGDALENA.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
NOEMÍ. Esto va para rato. Escribiré muchos más. Ayer metí alguno y hoy también. Una nota: TODO LO QUE CUENTO ES CIERTO, ha sido producto de mis años de pescador y observación.

Un saludo.
Buenas tardes Noemí, cuánto tiempo sin visitarnos, aunque nos podías haber deleitado con algún poema de los tuyos.
Un abrazo.